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Apistogramma baenschi Inka disponible en varios tamaños
32,40 € IVA incluído
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Disponible por encargo
Habita en pequeños tramos de aguas amarronadas y de corrientes lentas, situándose en zonas con densa forestación de ramas y troncos en el fondo, que le sirven de escondite y lugar de desove.
Sudamérica, Perú, en el río Shanushi, situado en la cuenca inferior del río Hualaga, en el departamento de San Martín.
Típica del género, cuerpo alargado, comprimido lateralmente, de aspecto robusto. Aletas más desarrolladas en los machos. Aleta dorsal aserrada terminando en punta con el primer tercio de los radios más desarrollados que el resto, aleta anal larga, y aleta caudal redondeada.
Nota: Perteneciente al subcomplejo del Apistogramma nijsseni, por lo tanto comparte una biología y aspecto físico similares.
Muy similar a la del Apistogramma sp. "Harlequin" o también conocido como Apistogramma sp. "Harlekin", salvo por algunas diferencias como son el mayor desarrollo de la aleta dorsal, y la fina banda horizontal atravesada por cinco líneas verticales enteras y de color negro que le distinguen fácilmente de otras especies del género. El punto o marca en el pedúnculo caudal es relativamente pequeño y con forma redondeada.
El macho presenta una talla máxima de 6 cm y la hembra de 4 cm.
Aparte de la evidente diferencia de tamaño tanto en longitud del cuerpo como en la altura y forma de la aleta dorsal, cabe destacar que en cuanto a coloración la hembra, que en su etapa de subadulto es de color amarillo, contrasta con la gran paleta de colores que exhibe el macho; además las aletas pectorales de la hembra son de color negro, y si a ello sumamos que la coloración de la caudal en los machos posee un reborde exterior rojo a diferencia de las hembras, nos ayuda a distinguir más aun si cabe machos de hembras, dato que nos puede ayudar sobretodo en el sexado de ejemplares juveniles. Además la hembra presenta un rayado negro vertical característico, patrón único en el género y no sólo eso, ya que cuando las hembras están con librea de reproducción, se aprecia un notable ensanchamiento de la línea negra suborbital.
Agua en perfectas condiciones químicas (Nitritos, nitratos y fosfatos a 0 o tan bajo como sea posible).
Acuarios a partir de 60 litros, con abundantes troncos y escondites, muy plantados y sustrato oscuro a ser posible. Es recomendable utilizar turba en la filtración del agua para esta especie, ya que hace que el agua adquiera unas cualidades físico-químicas muy similares a las de su hábitat natural. Las hojas de roble nos pueden ser de gran utilidad ya que nos sirven como acidificador y escondrijo al mismo tiempo.
Con este pez hay que tener mucho cuidado en la alimentación, ya que es bastante delicado. Por supuesto nada de tubifex, y larva roja con mucho cuidado y moderación, aceptan bien la comida en escamas (hidratarla previamente al igual que a los gránulos), y la artemia y dafnia, bien sea viva o congelada.
Como todos los Apistogramma, presenta un carácter territorial, defendiendo su territorio ante cualquier intruso. Polígamo muy agresivo con los de su misma especie, especialmente entre machos.
Esperanza de vida de entre dos y tres años.
El acuario para la cría debe poseer bastantes cuevas, donde se realizará la puesta. Las características óptimas del agua son: una temperatura de 25°C, una dureza GH de 2ºd o menos, una conductividad de 50 a 60 µS y un pH de 6.0, no siendo este último un factor determinante.
Tras el cortejo, la hembra depositará los huevos en el interior de una cueva de coco, una vasija de barro cocido o una raíz hueca, los cuales serán posteriormente fertilizados por el macho.
Una vez fecundados, la hembra cierra la entrada a su escondite empujando la arena del interior hacia el exterior de la entrada. El macho defenderá el territorio para rechazar a otros posibles intrusos (en especial Loricáridos y Calíctidos).
Al cabo de una semana de los atentos cuidados prodigados por la mamá, eclosionaran los huevos. Una vez nacidos, antes de aventurarse a salir de su escondrijo, la madre los abandonará para observar si no hay peligro por los alrededores, una vez que ha comprobado que no hay peligro, la hembra vuelve entonces cerca de la entrada, haciendo señales para que los alevines salgan, entonces los llevará por grupos a un lugar que habrá escogido previamente. Más tarde, a lo largo del día, los paseará siempre ocupándose de tenerlos próximos a ella.
Crecen rápidamente y al cabo de unos 4 ó 5 meses son ya maduros y fácilmente sexables.